El doctor Rafael Alburquerque, ex vicepresidente de la República, contestó la
carta que Jaime David Fernández Mirabal le envió al expresidente
Leonel Fernández
donde lo insta a dejar que Abel Martínez sea en candidato presidencial de la
Alianza Rescate RD.
En cambio, Alburquerque dice en la respuesta a Jaime David, que por el contrario, República Dominicana necesita en estos momentos aciagos, un estadista de experiencia como Leonel Fernández.
Dice que los seguidores de Juan Bosch deben permitir que Leonel Fernández sea el candidato presidencial de la Alianza Rescate RD, que conforman la Fuerza del Pueblo, el Partido Revolucionario Dominicano y el Partido de la Liberación Dominicana.
A continuación la carta de Rafael Alburquerque a Jaime David Fernández Mirabal.
Santo Domingo, D.N.
25 de febrero 2024.
Apreciado Jaime David:
He leído con sumo interés la misiva que en el día de ayer dirigiste al compañero presidente doctor Leonel Fernández, y he creído oportuno contestarla, porque, aunque no fui su destinatario en ella se trata un tema de interés actual y nacional que has dado a conocer a la opinión pública.
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Tu y yo tenemos en común haber nacido y crecido en una familia que luchó contra la tiranía de Trujillo; ambos sufrimos desde pequeños los rigores de ver a nuestros mayores perseguidos, encarcelados, torturados y, en tu caso, asesinados, como lo fueron tus heroicas tías, las hermanas Mirabal.
Tú y yo tenemos en común haber sido formados políticamente por el profesor Juan Bosch, el maestro que nos enseñó la dignidad y el decoro en la política, que nos dejó como ejemplo su vida ejemplar, que nos inculcó el servicio a la Patria y la defensa a los hombres y mujeres de nuestro pueblo, de aquellos a los que él llamó los “hijos de machepa”.
Tu y yo tenemos en común haber servido como vicepresidentes de la República acompañando al presidente Leonel Fernández, y en los años que desempeñamos esa función pudimos conocer a un compañero que dirigió con pasión y desinterés personal los destinos del país, que se desvivía por encontrar las mejores soluciones para los problemas de su pueblo, que ofrecía lo mejor de su intelecto y de sus energías para que la República Dominicana transitara por la senda del progreso, el desarrollo y la justicia social.
Hoy, que la Patria que nos duele atraviesa por graves dificultades, inmersa en una situación económica calamitosa, con una carestía de los artículos de primera necesidad que golpea el bolsillo de los pobres, con inseguridad en las calles de sus ciudades, con un gobierno incapaz de gobernar para la mayoría porque solo sabe defender los intereses de los ricos, con autoridades que no escoden sus inclinaciones autocráticas y que, con tal de mantenerse en el poder acuden a comprar voluntades y abstenciones electorales, sin la menor pizca de vergüenza y recato, se necesita con urgencia que la oposición se una bajo un solo liderazgo, capaz de enfrentar estos males y, para como dices en tu carta, emprender de nuevo el camino de la transformaciones y el progreso.
Necesitamos, por tanto, apreciado Jaime David, la experiencia, la madurez, la inteligencia y capacidad de un líder probado, de un conductor de pueblo que ya haya demostrado que sabe respetar y fortalecer la democracia y gobernar en beneficio de las mayorías. En Francia, en las horas turbulentas vividas en 1958 bajo la llamada IV República, los franceses llamaron en su socorro al hombre que le había servido anteriormente con eficacia: a Charles de Gaulle, y a él le confiaron la conducción del Estado.
Hagamos lo propio en estos momentos. Actuemos unidos, digamos a nuestro pueblo que dejamos a un lado los intereses partidarios, que la Patria nos llama a todos los que creemos que es ara, y no pedestal, como dijo el Apóstol cubano, y digámosle a Leonel Fernández que los discípulos de Juan Bosch, sean de la Fuerza del Pueblo o del Partido de la Liberación Dominicana, le piden que sea nuestro candidato presidencial para las elecciones del próximo mayo, aunque con ese llamado tengamos que desprendernos de nuestros aspiraciones, que estoy seguro que, Abel Martínez, con todo el futuro brillante que le espera, será el primero en comprenderlo.
Atentamente de tu compañero,
Rafael Alburquerque.
En cambio, Alburquerque dice en la respuesta a Jaime David, que por el contrario, República Dominicana necesita en estos momentos aciagos, un estadista de experiencia como Leonel Fernández.
Dice que los seguidores de Juan Bosch deben permitir que Leonel Fernández sea el candidato presidencial de la Alianza Rescate RD, que conforman la Fuerza del Pueblo, el Partido Revolucionario Dominicano y el Partido de la Liberación Dominicana.
A continuación la carta de Rafael Alburquerque a Jaime David Fernández Mirabal.
Santo Domingo, D.N.
25 de febrero 2024.
Apreciado Jaime David:
He leído con sumo interés la misiva que en el día de ayer dirigiste al compañero presidente doctor Leonel Fernández, y he creído oportuno contestarla, porque, aunque no fui su destinatario en ella se trata un tema de interés actual y nacional que has dado a conocer a la opinión pública.
Tu y yo tenemos en común haber nacido y crecido en una familia que luchó contra la tiranía de Trujillo; ambos sufrimos desde pequeños los rigores de ver a nuestros mayores perseguidos, encarcelados, torturados y, en tu caso, asesinados, como lo fueron tus heroicas tías, las hermanas Mirabal.
Tú y yo tenemos en común haber sido formados políticamente por el profesor Juan Bosch, el maestro que nos enseñó la dignidad y el decoro en la política, que nos dejó como ejemplo su vida ejemplar, que nos inculcó el servicio a la Patria y la defensa a los hombres y mujeres de nuestro pueblo, de aquellos a los que él llamó los “hijos de machepa”.
Tu y yo tenemos en común haber servido como vicepresidentes de la República acompañando al presidente Leonel Fernández, y en los años que desempeñamos esa función pudimos conocer a un compañero que dirigió con pasión y desinterés personal los destinos del país, que se desvivía por encontrar las mejores soluciones para los problemas de su pueblo, que ofrecía lo mejor de su intelecto y de sus energías para que la República Dominicana transitara por la senda del progreso, el desarrollo y la justicia social.
Hoy, que la Patria que nos duele atraviesa por graves dificultades, inmersa en una situación económica calamitosa, con una carestía de los artículos de primera necesidad que golpea el bolsillo de los pobres, con inseguridad en las calles de sus ciudades, con un gobierno incapaz de gobernar para la mayoría porque solo sabe defender los intereses de los ricos, con autoridades que no escoden sus inclinaciones autocráticas y que, con tal de mantenerse en el poder acuden a comprar voluntades y abstenciones electorales, sin la menor pizca de vergüenza y recato, se necesita con urgencia que la oposición se una bajo un solo liderazgo, capaz de enfrentar estos males y, para como dices en tu carta, emprender de nuevo el camino de la transformaciones y el progreso.
Necesitamos, por tanto, apreciado Jaime David, la experiencia, la madurez, la inteligencia y capacidad de un líder probado, de un conductor de pueblo que ya haya demostrado que sabe respetar y fortalecer la democracia y gobernar en beneficio de las mayorías. En Francia, en las horas turbulentas vividas en 1958 bajo la llamada IV República, los franceses llamaron en su socorro al hombre que le había servido anteriormente con eficacia: a Charles de Gaulle, y a él le confiaron la conducción del Estado.
Hagamos lo propio en estos momentos. Actuemos unidos, digamos a nuestro pueblo que dejamos a un lado los intereses partidarios, que la Patria nos llama a todos los que creemos que es ara, y no pedestal, como dijo el Apóstol cubano, y digámosle a Leonel Fernández que los discípulos de Juan Bosch, sean de la Fuerza del Pueblo o del Partido de la Liberación Dominicana, le piden que sea nuestro candidato presidencial para las elecciones del próximo mayo, aunque con ese llamado tengamos que desprendernos de nuestros aspiraciones, que estoy seguro que, Abel Martínez, con todo el futuro brillante que le espera, será el primero en comprenderlo.
Atentamente de tu compañero,
Rafael Alburquerque.