“Con los recursos, que son más de 38 mil millones de pesos, será un gran negocio para quien va a operar, porque le darán subsidios, tendrán el control y será en dólares”, indicó en referencia a los beneficios que recibirán.
Juan Marte dijo que con esta inversión Santiago se proyecta más por su vistosidad frente a las demás provincias del país, y además, porque coloca a los santiagueros y le dará otro elemento para presumir en esta región del Cibao.
El dirigente sindical expresó que pese a que el Monorriel y el Teleférico comprenden parte de la modernidad como medio que dirige a la ciudad hacia el desarrollo, no es un proyecto que resolverá el problema del tránsito y transporte en la ciudad corazón.
“Los santiagueros tienen la esperanza de que cuando arranque a funcionar estos medios de transporte no habrá tapones ni caos, pero lo vamos a tener, y serán los mismos tapones”, señaló, al participar en el programa A Profundidad por la plataforma Caribbean DigitalTv.
El presidente de la CNTT, Juan Marte, manifestó que si el Gobierno no le busca una solución a los carros de concho, seguirá el desorden del tránsito como ha ocurrido en la Máximo Gómez, en Santo Domingo, donde dijo que hay más rutas y más tapones.
De acuerdo con el dirigente choferil, antes que el Monorriel y el Teleférico se debió invertir en la construcción de túneles, puentes y pasos a desnivel.
“Se debió contemplar un plan integral de tránsito y transporte para la colectivización de todo el transporte de la ciudad, de todos los carros de concho, convirtiéndolo en sistema de autobuses con líneas sincronizadas desde el Barrio Libertad al centro de la ciudad.
Asimismo, identificar terrenos para crear paradas de autobuses que vienen de la Línea Noroeste en las inmediaciones del Hospital Metropolitano de Santiago (Homs), puente Hermanos Patiños para desahogar el centro de la ciudad.
Marte dijo que el Estado debió identificar el pasivo del sector choferil, sentarse con los choferes, dueños de rutas e inversionistas.