La política dominicana y el Macondo del escritor colombiano Gabriel García
Márquez, no se llevan mucho. Aquí pasamos de la realidad a la
fantasía sin darnos cuenta.
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Ya no hay decencia en la comunicación y en la prensa. La desinformación “fake news” es el plato nuestro de cada día.
A tan solo ocho días de las elecciones municipales -termómetro de los
comicios de mayo- medios tradiciones e individuos relacionados con los
mismos, se han dedicado a difundir informaciones y encuestas, a todas luces
falsas, y ninguna registrada en la Junta Central Electoral (JCE).
Estas prácticas desde el oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM),
son más notorias dado los fondos destinados a
publicidad que se han visto en los últimos días, a los dos sectores antes
mencionados.
No se tiene recuerdos en el país que medios de comunicación de una
manera tan descarada y absurda, asumieran como propias las candidaturas de
un partido, como si dicha plataforma comunicacional fuese un comando de
campaña electoral.
Con los llamados periodistas y comunicadores, no hay asombro que valga. Esa
deleznable práctica de comprar voluntades con contratos millonarios en
publicidad, no es de esta gestión. Aunque ahora se han perdido los
escrúpulos en ambos lados, los que dan y los que reciben.
Aquí nadie anda en credibilidad...Quien paga manda y dice las pautas de lo
que el dominicano merece o no saber.
El Gobierno dice corran y los medios tradicionales dicen que tan rápido; el
Gobierno dice brinquen y los medios dicen que tan alto.