De esta forma, Venezuela conquistó su octavo cetro del torneo caribeño y el primero de los Tiburones de la Guaira después de 38 años de espera. Como si fuera poco, los venezolanos se desquitaron de los Tigres del Licey, quienes el año pasado superaron a los Leones del Caracas para alzar el trofeo del certamen regional.
El primero título de la Serie del Caribe de los Tiburones llegó de la mano del veterano mánager Oswaldo “Ozzie” Guillén, quien se convirtió esta noche en el segundo dirigente que gana esta justa, la Serie Mundial y una liga de béisbol invernal. El primero fue el fenecido Tommy Lasorda.
Al partido acudieron 36,677 personas, la mayor asistencia en la historia de la Serie del Caribe.
“Otro sueño hecho realidad... Este triunfo es para todos los fanáticos de los Tiburones de la Guaira que nos apoyan. Estoy contento y orgulloso. Después de 38 años de espera, lograr el campeonato en Venezuela y venir a la Serie del Caribe y lograrlo... Es demasiada la satisfacción”, expresó el campocorto venezolano Alcides Escobar tras el triunfo.
Los Tiburones tomaron la ventaja, en la baja de la cuarta entrada. Yasiel Puig abrió la tanda con una roleta al jardín central. Puig fue seguido por Ramón Flores, quien conectó un sencillo por el bosque izquierdo. Luis Torrens procedió a realizar un toque de sacrificio para que Puig y Flores avanzaran a la segunda y tercera almohadilla.
En el siguiente turno, César Valdez gestionó un boleto y las bases se llenaron. Luego, Alcides Escobar bateó un elevado de sacrificio al jardín derecho, que impulsó la primera carrera de Venezuela.
Durante el cierre del quinto capítulo, la novena venezolana volvió a castigar a los Tigres y extendió su delantera. El ataque de los Tiburones inició con un imparable de Wilfredo Tovar al bosque derecho. Después, Hernán Pérez conectó un poderoso triple con línea al jardín central para remolcar la segunda anotación de Venezuela y poner a temblar el loanDepot Park.
Con Pérez en la tercera almohadilla, Odubel Herrera pegó un rodado de out a primera base, que despegó a los Tiburones de los Tigres por 3-0.
Sin embargo, el abridor del conjunto venezolano, Ricardo Pinto, enfrentó problemas en el montículo durante la alta del sexto episodio y los dominicanos volvieron a soñar. Todo comenzó con una roleta de Emilio Bonifacio al campocorto. Pinto ponchó a Gustano Núñez en el siguiente turno, pero después le regaló un boleto a Robinson Canó y le dio un pelotazo a Dawel Lugo.
Las bases se llenaron y, con el tráfico lleno, el mánager de los Tigres, Gilbert Gómez, sustituyó a Pinto por el relevista Jorgan Cavanerio.
En cambio, el Licey no aprovechó la oportunidad que se le presentó y Yadiel Hernández bateó un rodado de out, que terminó con el inning y el ataque de los dominicanos.
Los Tiburones preservaron su blanqueado con un bullpen poco profundo. El taponero Arnaldo Hernández cerró el partido en la novena al ponchar a Yadiel Hernández y Leury García y Kelvin Gutiérrez batear un rodado para out en segunda base.