El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció el domingo 10 de marzo, la
presentación de un proyecto de ley, el cual permitirá que pacientes enfermos
puedan “pedir que se les ayude a morir”. El mandatario, dijo en entrevista con
los diarios parisinos Liberation y Le Croix, que lo conmovió la carta que
recibió de la célebre cantante francesa Françoise Hardy, enferma de un cáncer
linfático desde 2004.
Macron aclaró, que la ley que se presentará al Consejo de Estado y al Consejo de Ministros en abril, para pasar al Parlamento un mes más tarde, “no es un suicidio asistido” ni “una eutanasia como tal”, porque se incluirán una serie de criterios que restringen su acceso, alejando esta norma de la legislación suiza, país que recientemente ayudó a morir al cineasta parisino Jean-Luc Godard (91 años).
Estas son las condiciones si aprueban el proyecto de ley
El presidente citó cuatro condiciones: será reservado para las personas mayores de edad; los afectados tendrán que tener un discernimiento claro (lo que excluye a los enfermos de Alzheimer); tendrán que sufrir una enfermedad incurable con un pronóstico fatal a corto o mediano plazo; y se evaluará el sufrimiento físico y psicológico del paciente.
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En caso de un dictamen colegiado favorable de un equipo médico, se prescribirá a la persona una sustancia letal, que podrá administrarse ella misma, o con la ayuda de un tercero si “no tiene el control” para hacerlo. Este tercero podrá ser “una persona voluntaria a la que designen cuando ninguna limitación técnica lo impida”, o “el médico o enfermero que le acompañe”.
“En caso de respuesta favorable, la prescripción tiene una validez de tres meses, durante los cuales el paciente puede, por supuesto, desistir en cualquier momento”, explicó el mandatario.
“Se trata de una ley de la fraternidad porque permite elegir lo menos malo cuando la muerte está a las puertas”, indicó Macron, quien acaba de promulgar el blindaje del acceso al aborto en la Constitución francesa.
El mandatario galo reconoció que le emocionó la carta que le envió Françoise Hardy, de 80 años, quien tiene una enfermedad terminal de cáncer: “He recibido numerosas misivas, entre ellas la de Françoise Hardy, que me emocionó mucho.
Artistas y otras personas anónimas están comprometidas con este asunto”. El partido de Macron y sus aliados tienen una mayoría relativa en la Cámara Baja, pero necesitarán de apoyos, en la izquierda o en la derecha, para poder aprobar la norma, algo lejos de darse por sentado.
¿Qué es la eutanasia?
La Organización Mundial de la Salud (WHO, por sus siglas en inglés), así como la Asociación Médica Mundial (WMA, por sus siglas en inglés), aceptan como definición de eutanasia: al acto deliberado de poner fin a la vida de una persona con enfermedad terminal, a petición propia o de algún familiar.
Por otra parte, está el suicidio asistido que consiste en que un doctor proporcione medicamentos por petición voluntaria de un paciente con capacidad de decisión. El médico prescribe o proporciona substancias médicas cuya finalidad es causar la muerte, define la Asociación Médica Mundial.
Son cinco países en el mundo los que han regulado la eutanasia: Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Canadá y Colombia. Otros cuatro aprobaron el suicidio asistido: Suiza, Holanda, Luxemburgo, y algunos estados de EE. UU. (Oregón, Washington, Montana, Vermont, Colorado, California y Washington DC).
Existen algunas normas reguladas por la ley que incluyen, por ejemplo, que se trate de casos de enfermos terminales que estén sometidos a grandes sufrimientos y que expresen de forma clara y reiterada su voluntad de someterse a estos procedimientos.
Macron aclaró, que la ley que se presentará al Consejo de Estado y al Consejo de Ministros en abril, para pasar al Parlamento un mes más tarde, “no es un suicidio asistido” ni “una eutanasia como tal”, porque se incluirán una serie de criterios que restringen su acceso, alejando esta norma de la legislación suiza, país que recientemente ayudó a morir al cineasta parisino Jean-Luc Godard (91 años).
Estas son las condiciones si aprueban el proyecto de ley
El presidente citó cuatro condiciones: será reservado para las personas mayores de edad; los afectados tendrán que tener un discernimiento claro (lo que excluye a los enfermos de Alzheimer); tendrán que sufrir una enfermedad incurable con un pronóstico fatal a corto o mediano plazo; y se evaluará el sufrimiento físico y psicológico del paciente.
En caso de un dictamen colegiado favorable de un equipo médico, se prescribirá a la persona una sustancia letal, que podrá administrarse ella misma, o con la ayuda de un tercero si “no tiene el control” para hacerlo. Este tercero podrá ser “una persona voluntaria a la que designen cuando ninguna limitación técnica lo impida”, o “el médico o enfermero que le acompañe”.
“En caso de respuesta favorable, la prescripción tiene una validez de tres meses, durante los cuales el paciente puede, por supuesto, desistir en cualquier momento”, explicó el mandatario.
“Se trata de una ley de la fraternidad porque permite elegir lo menos malo cuando la muerte está a las puertas”, indicó Macron, quien acaba de promulgar el blindaje del acceso al aborto en la Constitución francesa.
El mandatario galo reconoció que le emocionó la carta que le envió Françoise Hardy, de 80 años, quien tiene una enfermedad terminal de cáncer: “He recibido numerosas misivas, entre ellas la de Françoise Hardy, que me emocionó mucho.
Artistas y otras personas anónimas están comprometidas con este asunto”. El partido de Macron y sus aliados tienen una mayoría relativa en la Cámara Baja, pero necesitarán de apoyos, en la izquierda o en la derecha, para poder aprobar la norma, algo lejos de darse por sentado.
¿Qué es la eutanasia?
La Organización Mundial de la Salud (WHO, por sus siglas en inglés), así como la Asociación Médica Mundial (WMA, por sus siglas en inglés), aceptan como definición de eutanasia: al acto deliberado de poner fin a la vida de una persona con enfermedad terminal, a petición propia o de algún familiar.
Por otra parte, está el suicidio asistido que consiste en que un doctor proporcione medicamentos por petición voluntaria de un paciente con capacidad de decisión. El médico prescribe o proporciona substancias médicas cuya finalidad es causar la muerte, define la Asociación Médica Mundial.
Son cinco países en el mundo los que han regulado la eutanasia: Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Canadá y Colombia. Otros cuatro aprobaron el suicidio asistido: Suiza, Holanda, Luxemburgo, y algunos estados de EE. UU. (Oregón, Washington, Montana, Vermont, Colorado, California y Washington DC).
Existen algunas normas reguladas por la ley que incluyen, por ejemplo, que se trate de casos de enfermos terminales que estén sometidos a grandes sufrimientos y que expresen de forma clara y reiterada su voluntad de someterse a estos procedimientos.