Los primeros reportes refieren que personal de la comisión inspeccionó el lugar con apoyo de elementos caninos, logrando descubrir una área con alteración térmica conocida como “la quema”, en donde se encontraban los restos óseos y distintos indicios no biológicos.
En la zona marcada también fueron asegurados elementos balísticos como ojivas y más de 70 casquillos percutidos de diferentes calibres, mismos que ya fueron trasladados al área forense para su respectivo análisis.
En la revisión de más de 7 mil metros cuadrados de la zona para descartar la presencia de otros hallazgo similares participó personal de la Unidad Especializada en Investigación de Personas Desaparecidas, Ausentes y/o Extraviadas de la Zona Occidente y de la Agencia Estatal de Investigación (AEI).
“Para los trabajos, se reunió un equipo con la participación de personal especializado en las áreas de búsqueda, antropología, criminalística forense e investigación, que colaboran de forma conjunta en el seguimiento a la búsqueda de personas desaparecidas”, informó la Fiscalía de Chihuahua en un comunicado.