«Sacamos tres cadáveres de las minas en el momento en que cerramos las operaciones de rescate y dos murieron mientras recibían tratamiento» en el hospital, declaró a la prensa local George Otenga, comisionado adjunto del subcondado de Rondo, donde se produjo el accidente en la localidad de Kanga.
Más de 18 personas se encontraban trabajando en la mina, de casi 230 metros de profundidad, cuando ésta se derrumbó.
Las labores de búsqueda y rescate se prolongaron hasta las 22:30 hora local (19:30 GMT) de este martes.
Los al menos trece trabajadores que lograron escapar de la mina fueron localizados tras el suceso y más de la mitad de ellos siguen recibiendo tratamiento en hospitales locales y se encuentran estables.
La Policía, la Autoridad Nacional de Gestión del Medioambiente (NEMA, por sus siglas en inglés) y trabajadores del sector se encuentran en el condado de Migori para comprobar la seguridad de las minas y cerrar las que presenten posibles riesgos.
«No solo cerraremos las minas de riesgo, sino que diremos a los mineros cuál es la mejor forma de mejorar la seguridad antes de reabrirlas», explicó Otenga.