Más de 400.000 jamaiquinos, alrededor del 65 % de los clientes de la Compañía de Servicios Públicos de Jamaica (JPS, en inglés), se encuentran este miércoles sin luz debido al impacto en la isla del huracán Beryl.
El director de comunicaciones de JPS, Winsome Callum, explicó que se está realizando «la restauración remota» del suministro de energía hasta que las autoridades levanten la advertencia de huracán y despejen el camino para que los equipos ingresen a las comunidades afectadas por las inundaciones.
«Esperamos que ese número disminuya esta noche pero, desafortunadamente, la mayoría seguirá sin electricidad durante la noche hasta que obtengamos el visto bueno de la Oficina de Preparación para Desastres y Gestión de Emergencias», dijo Callum, citado por los medios locales.
Los intensos vientos del huracán Beryl, de categoría 4, causó también daños en la infraestructura de la isla y en el Aeropuerto Internacional Norman Manley de la capital, Kingston.
Los operadores del aeropuerto, PAC Kingston Airport Limited, informaron que el techo del área de embarque de pasajeros resultó dañado.
Según el comunicado, la evaluación final de los daños se realizará una vez pase el huracán.
El aeropuerto internacional permanece cerrado desde el martes a las 22:00 hora local (3:00 GMT del miércoles) y su reapertura dependerá de la situación tras el ciclón.
Imágenes difundidas por los usuarios de la red social X muestran techos desprendidos y árboles y postes del tendido eléctrico caídos debido al impacto de las ráfagas de viento.
El último boletín de la agencia meteorológica de Jamaica informó que las lluvias asociadas al huracán continuarán en el centro y oeste de la isla, acompañadas de fuertes vientos.
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Ante los probables daños catastróficos, el Gobierno de Jamaica declaró la isla zona de desastre durante los próximos siete días e impuso un toque de queda para esta jornada.
La Oficina de Preparación para Desastres y Gestión de Emergencias (Odpem, en inglés) de Jamaica instó a la población que vive en zonas bajas y propensas a inundaciones a trasladarse a los refugios, en los que hay al menos medio centenar de personas.
Por su parte, el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, indicó que las autoridades establecieron un operativo especial «para mantener el orden público» durante el paso de Beryl por el país caribeño, que tiene unos altos índices de delincuencia y homicidios.
Las alertas de huracán, además de Jamaica, incluyen las islas Caimán y la costa de la Península de Yucatán, en México, adonde se dirige Beryl. También hay alertas de tormenta tropical para la costa de Belice, en Centroamérica.
El primer huracán de la temporada atlántica causó en los últimos días gran devastación en Granada y San Vicente y las Granadinas, donde fallecieron cuatro personas.
El director de comunicaciones de JPS, Winsome Callum, explicó que se está realizando «la restauración remota» del suministro de energía hasta que las autoridades levanten la advertencia de huracán y despejen el camino para que los equipos ingresen a las comunidades afectadas por las inundaciones.
«Esperamos que ese número disminuya esta noche pero, desafortunadamente, la mayoría seguirá sin electricidad durante la noche hasta que obtengamos el visto bueno de la Oficina de Preparación para Desastres y Gestión de Emergencias», dijo Callum, citado por los medios locales.
Los intensos vientos del huracán Beryl, de categoría 4, causó también daños en la infraestructura de la isla y en el Aeropuerto Internacional Norman Manley de la capital, Kingston.
Los operadores del aeropuerto, PAC Kingston Airport Limited, informaron que el techo del área de embarque de pasajeros resultó dañado.
Según el comunicado, la evaluación final de los daños se realizará una vez pase el huracán.
El aeropuerto internacional permanece cerrado desde el martes a las 22:00 hora local (3:00 GMT del miércoles) y su reapertura dependerá de la situación tras el ciclón.
Imágenes difundidas por los usuarios de la red social X muestran techos desprendidos y árboles y postes del tendido eléctrico caídos debido al impacto de las ráfagas de viento.
El último boletín de la agencia meteorológica de Jamaica informó que las lluvias asociadas al huracán continuarán en el centro y oeste de la isla, acompañadas de fuertes vientos.
Ante los probables daños catastróficos, el Gobierno de Jamaica declaró la isla zona de desastre durante los próximos siete días e impuso un toque de queda para esta jornada.
La Oficina de Preparación para Desastres y Gestión de Emergencias (Odpem, en inglés) de Jamaica instó a la población que vive en zonas bajas y propensas a inundaciones a trasladarse a los refugios, en los que hay al menos medio centenar de personas.
Por su parte, el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, indicó que las autoridades establecieron un operativo especial «para mantener el orden público» durante el paso de Beryl por el país caribeño, que tiene unos altos índices de delincuencia y homicidios.
Las alertas de huracán, además de Jamaica, incluyen las islas Caimán y la costa de la Península de Yucatán, en México, adonde se dirige Beryl. También hay alertas de tormenta tropical para la costa de Belice, en Centroamérica.
El primer huracán de la temporada atlántica causó en los últimos días gran devastación en Granada y San Vicente y las Granadinas, donde fallecieron cuatro personas.