Batista expresó que, durante el tiempo de la negociación del acuerdo, lucharon para que este no afecte a la aviación nacional, y que además deberían de tomar de cuenta para este que los técnicos nacionales tengan participación y no les den la espalda.
El acuerdo de cielos abiertos implica una serie de cambios significativos para el sector de la aviación en la República Dominicana. Entre estos, se destaca la eliminación de restricciones sobre la capacidad de vuelos, el número de aerolíneas y la frecuencia de vuelos entre los dos países.
Además, esto permite que las aerolíneas estadounidenses operen en rutas dentro del país caribeño sin necesidad de acuerdos específicos, lo cual podría llevar a una mayor competencia.
El dirigente también señaló que, aunque comprende la necesidad de modernizar y adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado aéreo global, esto no debería significar la destrucción del sector aéreo dominicano.
En sus declaraciones, hizo un llamado a las autoridades para reconsiderar los términos del acuerdo y buscar alternativas que no perjudiquen a la industria local.