Las cifras revelan que en 2023 murieron 1.172 personas, un aumento de 121 con respecto a 2022, unos datos que el Gobierno autonómico escocés consideró hoy como «muy preocupantes».
Las cifras suponen el segundo número más bajo de muertes por abuso de drogas desde 2017, pero siguen siendo muy superiores a las 244 muertes en 1996, cuando comenzaron los registros.
Escocia tiene una tasa mucho más alta de muertes por drogas registradas que otras naciones europeas y regiones del Reino Unido. Las cifras son 2,7 veces más altas que en Inglaterra e Irlanda del Norte en 2022, y 2,1 veces más altas que las del mismo año para Gales.
Los opiáceos y opioides -medicamentos que se usan para tratar el dolor, como la heroína, la morfina y la metadona- fueron las drogas más comunes y estuvieron implicadas en 937 muertes, el 80% del total.
El informe también confirma que fármacos que se utilizan para tratar los trastornos de ansiedad, el insomnio y las convulsiones como las benzodiazepinas plantean peligros importantes para la salud, y las muertes por bromazolam aumentaron de 54 en 2022 a 426 el año pasado.
Las cifras revelan un fuerte aumento en las sobredosis de cocaína, que fue un factor en 479 muertes en 2023, lo que significa un aumento con respecto a las 371 muertes en 2022.
Los datos revelaron que las personas que vivían en las zonas más desfavorecidas de Escocia tenían más de 15 veces más probabilidades de morir por uso indebido de drogas que en las zonas menos desfavorecidas, mientras que las personas de entre 35 y 54 años tenían más probabilidades de morir por esta causa en 2023 y los hombres tenían el doble de probabilidades que las mujeres.
El responsable de Sanidad del Gobierno autonómico escocés, Neil Gray, dijo que las autoridades toman medidas para atajar este problema, que incluye la apertura de instalaciones de control de estupefacientes. EFE