El beisbolista californiano de 34 años y su esposa Chelsea han compartido en sus redes sociales que han experimentado “Los días más aterradores de sus vidas” ante la imposibilidad de apoyar a su pequeño a quien fue necesario intubar de emergencia para ayudarlo a respirar, pues sus pulmones repentinamente dejaron de funcionar.
“Max se deterioró rápidamente y quedó paralizado por completo. Tuvimos mucha suerte de haberlo llevado al hospital a tiempo para que pudieran reforzar sus pulmones”, escribió la madre del niño.
Luego de varias pruebas, un grupo de especialistas determinó que Maximus sufre un caso grave de síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad neurológica poco común que es especialmente rara en niños.
Dicha enfremedad se desencadena debido a una infección bacteriana o vírica aguda y ataca los nervios. Los síntomas comienzan con debilidad y hormigueo en la parte inferior del cuerpo, pero a medida que la infección avanza, puede producirse una parálisis en quien la padece.
De acuerdo con registros médicos, cada año en Estados Unidos se presentan menos de 20 mil casos de este síndrome y aunque la enfermedad se puede curar con tratamientos de sangre, el riesgo de muerte es muy elevado si no se atiende rápidamente.
Alejado temporalmente del diamante, Freddie Freeman espera que su hijo logre recuperarse y a sabiendas de que le espera una ardua batalla, les pide a sus fans elevar una oración por su familia.
“Será un viaje difícil recuperarse, pero tenemos fe en que se curará por completo. Nos ha sorprendido su mejoría en las últimas 48 horas
Ya le sacaron el tubo de respiración a Maximus y le quitaron el respirador, lo que para nosotros es una gran victoria. Creemos en el poder de la oración y hemos presenciado un milagro en su recuperación. Por favor, sigan orando por Maximus y nuestra familia. Realmente apreciamos y sentimos todo su apoyo”, expresó.