El comerciante conocido como Papo Pollo, dijo que la especulación de una escasez de carne blanca no es el problema, sino que hay abundancia de pollo pero no se vende por sus elevados precios.
De su lado Juan José Hernández, en su búsqueda de alimentos, coincidió con otros en el lugar señalando que la carne blanca está tan cara que no hay quien le meta el pico.
"Hay pollo, lo que sucede es que no hay quien le meta el pico, el pobre no puede comer pollo, el pobre lo que va a tener que conformase es con la berenjenita y las cositas así porque es que no puede comprarlo", dijo Juan José.
Las amas de casa, tradicionalmente quienes gestionan el presupuesto familiar, también expresaron su frustración, afirmando que esta carne, considerada básica, ahora parece estar reservada para los más adinerados.
Pero los vendedores de pollo también están enfrentando dificultades teniendo que reducir sus pedidos y cantidades para la reventa, ya que la demanda ha caído debido a los altos precios.
La situación está generando inquietud tanto entre los consumidores como entre los comerciantes, quienes piden una solución que permita ajustar los precios a un nivel más accesible para la población.
En este mercado, el pollo se comercializa actualmente entre los 85 y 90 pesos por libra, un precio que los compradores consideran excesivo para lo que alguna vez fue uno de los productos más accesibles en la dieta diaria.