El Gobierno de España ha negado este domingo que esté implicado en una operación de desestabilización en Venezuela y ha rechazado “rotundamente cualquier insinuación” al respecto.
El ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, sostuvo el sábado que los dos españoles detenidos en el país caribeño tenían vínculos con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España y que fueron arrestados por su implicación en una supuesta operación liderada por Estados Unidos para llevar a cabo actos “terroristas” en Venezuela, entre ellos asesinar al presidente chavista Nicolás Maduro.
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Fuentes del ministerio de Exteriores de España han negado la acusación y han precisado que “el Gobierno ha constatado que los detenidos (en Venezuela) no forman parte del CNI ni de ningún otro organismo estatal».
“España defiende una solución democrática y pacífica a la situación en Venezuela”, han agregado las fuentes oficiales españolas, en un momento de escalada de tensión en la crisis diplomática abierta con el país caribeño.
El Ejecutivo del primer ministro español Pedro Sánchez ha reaccionado así a las últimas acusaciones lanzadas por el Gobierno de Nicolás Maduro, que el sábado anunció la detención de dos ciudadanos españoles, tres estadounidenses y un checo, por su implicación en una supuesta operación contra el régimen chavista.
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El ministro del Interior de Venezuela explicó que los españoles fueron capturados en Puerto Ayacucho, capital del estado Amazonas (sur, fronterizo con Colombia y Brasil), y sostuvo que habían confesado su “participación activa” en el supuesto operativo desestabilizador.
Los detenidos han sido identificados como Andrés Martínez Adasme y José María Basoa Valdovinos.
Tras conocerse la detención, la Embajada de España en Venezuela pidió al Gobierno de Maduro tener acceso a los dos detenidos, acusados de terrorismo, para verificar sus identidades y su nacionalidad y, de ser ciudadanos españoles, conocer de qué se les acusa exactamente y que puedan recibir toda la asistencia necesaria.
Se da la circunstancia de que los familiares de los arrestados, ambos de Bilbao, habían denunciado ante la policía regional vasca su desaparición el pasado lunes.
La policía vasca averiguó entonces que habían sido detenidos en Venezuela. El padre de Andrés Martínez Adasme, uno de los detenidos, ha declarado al diario español El Mundo que su hijo y el otro arrestado, ambos de Bilbao, estaban de vacaciones, ha negado su pertenencia al CNI y ha explicado que, desde principios de mes, se había perdido el contacto con ellos, por lo que se publicaron alertas en redes sociales para dar la voz de alarma.
Las detenciones por la supuesta operación para atentar contra Maduro y otros dirigentes del régimen chavista se dieron a conocer este sábado en medio de las tensiones diplomáticas entre Venezuela y España después de que el Gobierno venezolano convocase al embajador español en Caracas y llamase a consultas a su representante en Madrid.
El Gobierno de Maduro dio ese paso después de que la ministra de Defensa española, Margarita Robles, calificase su régimen de “dictadura” y después de que el Congreso español instase al Gobierno a reconocer como ganador de las elecciones al candidato opositor, Edmundo González Urrutia, que se encuentra en España, donde ha pedido asilo político.
El gobierno venezolano ha sostenido que tras el supuesto operativo para atentar contra Maduro y sus dirigentes “está la señora María Corina Machado”, principal valedora de González Urrutia. EFE
El ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, sostuvo el sábado que los dos españoles detenidos en el país caribeño tenían vínculos con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España y que fueron arrestados por su implicación en una supuesta operación liderada por Estados Unidos para llevar a cabo actos “terroristas” en Venezuela, entre ellos asesinar al presidente chavista Nicolás Maduro.
Fuentes del ministerio de Exteriores de España han negado la acusación y han precisado que “el Gobierno ha constatado que los detenidos (en Venezuela) no forman parte del CNI ni de ningún otro organismo estatal».
“España defiende una solución democrática y pacífica a la situación en Venezuela”, han agregado las fuentes oficiales españolas, en un momento de escalada de tensión en la crisis diplomática abierta con el país caribeño.
El Ejecutivo del primer ministro español Pedro Sánchez ha reaccionado así a las últimas acusaciones lanzadas por el Gobierno de Nicolás Maduro, que el sábado anunció la detención de dos ciudadanos españoles, tres estadounidenses y un checo, por su implicación en una supuesta operación contra el régimen chavista.
El ministro del Interior de Venezuela explicó que los españoles fueron capturados en Puerto Ayacucho, capital del estado Amazonas (sur, fronterizo con Colombia y Brasil), y sostuvo que habían confesado su “participación activa” en el supuesto operativo desestabilizador.
Los detenidos han sido identificados como Andrés Martínez Adasme y José María Basoa Valdovinos.
Tras conocerse la detención, la Embajada de España en Venezuela pidió al Gobierno de Maduro tener acceso a los dos detenidos, acusados de terrorismo, para verificar sus identidades y su nacionalidad y, de ser ciudadanos españoles, conocer de qué se les acusa exactamente y que puedan recibir toda la asistencia necesaria.
Se da la circunstancia de que los familiares de los arrestados, ambos de Bilbao, habían denunciado ante la policía regional vasca su desaparición el pasado lunes.
La policía vasca averiguó entonces que habían sido detenidos en Venezuela. El padre de Andrés Martínez Adasme, uno de los detenidos, ha declarado al diario español El Mundo que su hijo y el otro arrestado, ambos de Bilbao, estaban de vacaciones, ha negado su pertenencia al CNI y ha explicado que, desde principios de mes, se había perdido el contacto con ellos, por lo que se publicaron alertas en redes sociales para dar la voz de alarma.
Las detenciones por la supuesta operación para atentar contra Maduro y otros dirigentes del régimen chavista se dieron a conocer este sábado en medio de las tensiones diplomáticas entre Venezuela y España después de que el Gobierno venezolano convocase al embajador español en Caracas y llamase a consultas a su representante en Madrid.
El Gobierno de Maduro dio ese paso después de que la ministra de Defensa española, Margarita Robles, calificase su régimen de “dictadura” y después de que el Congreso español instase al Gobierno a reconocer como ganador de las elecciones al candidato opositor, Edmundo González Urrutia, que se encuentra en España, donde ha pedido asilo político.
El gobierno venezolano ha sostenido que tras el supuesto operativo para atentar contra Maduro y sus dirigentes “está la señora María Corina Machado”, principal valedora de González Urrutia. EFE