Grand Palladium Bávaro Suites: Discriminación y mal servicio

Grand Palladium Bávaro Suites Resort & Spa


No siempre el regreso de unas pequeñas vacaciones es tan placentero como se desea. En este artículo vamos a detallar la mala experiencia vivida por quien escribe estas líneas, su pareja, familiares y gran parte de las personas que le acompañaban, en la cadena Palladium Hotel Group en sus hoteles de Punta Cana República Dominicana.

Palladium Hotel Group tiene en la zona turística de Punta Cana los complejos TRS Turquesa Hotel, Grand Palladium Punta Cana Resort & Spa, Grand Palladium Palace Resort & Spa y Grand Palladium Bávaro Suites Resort & Spa; todos con cinco estrellas.

De esos cuatros complejos hoteleros, solo el TRS Turquesa Hotel no es de libre acceso para los clientes que se hospeden en el Punta Cana, el Palace y el Bávaro Suites. Aunque si tienen derecho a la piscina solo adultos del TRS, The Secret.

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Dicho lo anterior, pasamos a contarles lo que para nosotros fue una burda discriminación y amplios casos de malos servicios al hospedarnos en el Grand Palladium Bávaro Suites Resort.

Mala experiencia en el Grand Palladium Bávaro Suites


Todo empezó a las 3:19 de la tarde con un error en la entrada del complejo hotelero. Fuimos a parar al lobby del Grand Palladium Punta Cana cuando la reserva estaba hecha en el Grand Palladium Bávaro Suites. Ahí duramos esperando casi media hora los famosos trenes de transporte dentro del complejo.

Ya en el lobby del Bávaro Suite, nos da la bienvenida el mal servicio y la lentitud a la hora de hacer el “check-in”. En este punto no hay discriminación, hasta los extranjeros que iban llegando emitían sus quejas por la lentitud del proceso.

La odisea empieza a coger color cuando nos envían a nuestra habitación de destino y resulta que la misma estaba ocupada y el maletero que nos transportó (un señor muy decente y atento) nos regresó al lobby del Bávaro Suite para que nos asignen otra habitación. 

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Ya en el lobby, el joven en la recepción nos pide excusas por el inconveniente, a la vez que pide tiempo para asignar una nueva habitación y envía a uno de los maleteros a verificar la disponibilidad para no repetir el error anterior. 

El reloj marca las 4:30 de la tarde y nos dirigimos a la nueva habitación asignada a dejar el equipaje para luego comer algo en el Snack 24 horas del hotel “Xtra-Time”, ya que los restaurantes tipo buffet cerraban a las 4:00 de la tarde.

Al comer, volvemos al lobby del Bávaro Suite a preguntar sobre las reservas para cenar en los restaurantes a la carta. Quien nos atiende nos dice que las mismas se deben hacer en horario de 9:00 de la mañana a 12:00 del medio día, dirigiéndose a servicio al cliente o vía la APP del hotel. 

Como ya rondan las 6:00 de la tarde nos quedamos con la información para hacer la reserva al siguiente día temprano. Y nos movemos a una de las piscinas para empezar a disfrutar de lo que ofrece el hotel. 

Con el personal que atiende el área de las piscinas no hay quejas. Ellos atienden y tratan (al menos ocurrió con nosotros) a todos por igual, sea extranjero o dominicano.

Mal servicio y discriminación 


Ahora viene la parte incomoda de lo que vivimos este fin de semana en el hotel Grand Palladium Bávaro Suites. Aproximadamente a las 8:00 de la noche nos juntamos con nuestros familiares para cenar juntos en el restaurante buffet llamado “La Catedral”. 

Legamos, nos piden el número de la habitación, nos preguntan mesa para cuantas personas y entramos. Hasta ahí todo iba bien. Pasamos al área de comida y nos volvemos a sentar. 

Aquí ya empieza a manifestarse la discriminación hacia los huéspedes dominicanos. Las personas que servían agua, jugos y bebidas alcohólicas había que llamarlas reiteradas veces para que pudieran dar la atención. En ocasiones atendían huéspedes extranjeros cercanos a nuestras mesas y no hacían caso al llamado, sin inmutarse ni nada.

En una obvia manifestación del trato favorable a los clientes extranjeros en busca de la propina de estos, como si los dominicanos presentes estábamos ahí de manera gratuita y no pagando igual que los demás. 

Salimos de La Catedral y nos dirigimos a ver el show que tenía esa noche el teatro del hotel y aunque comentamos entre nosotros la discriminación y el mal servicio en el buffet, no quisimos que eso nos dañara el resto de la noche.

Llegó el peor día de todos. Nos levantamos y volvemos a desayunar al restaurante La Catedral. Nos recibe la misma dinámica del día anterior. 

Ya son dos ocasiones que pasa lo mismo. Lo empezamos a ver como un patrón del personal del hotel y no como un caso aislado. Marcamos rumbo al lobby a eso de las 8:30 de la mañana para hacer la reserva en el restaurante de comida japonesa “Sumptuori”.

Con la información del día anterior llegamos temprano a servicio al cliente y vaya sorpresa. A las 8:45 de la mañana la persona que está en servicio al cliente nos dice que tenemos que esperar que sean las 9:00 de la mañana para empezar con el tema de las reservas en los restaurantes a la carta. Nos sentamos en el lobby a esperar los 15 minutos y volver.

A las 9:05 de la mañana volvemos a servicio al cliente y ahora de manera descarada, burda y absurda se nos informa que todos los restaurantes a la carta están llenos y que lo único que podemos hacer es dirigirnos al restaurante cuando abra y hacer un turno por si acaso alguien no asiste. En su defecto nos recomiendan cenar en el restaurante buffet “Las Torres”.   

Se le pide una explicación lógica de como en cinco minutos todas las reservas de restaurantes a la carta están llenas y nos dicen que de seguro lo hicieron por la APP del hotel. Ahí le decimos que esa APP no ha funcionado las veces que las personas de nuestro grupo la ha tratado de utilizar. 

Con una obvia marejadas de excusas baratas nos retiramos muy incomodos de servicio al cliente y damos paso a las personas detrás de nosotros. Y para nuestra sorpresa a los extranjeros que atendían, si les dijeron las opciones de restaurantes a la carta y los horarios disponibles. 

Lo que menos podía la persona de servicio al cliente pensar es que dentro de nosotros habían algunos que manejaban el idioma inglés y escucharon su descaro al ofrecer a los extranjeros lo que hace poco nos habían negado. 

Después de ese incomodo momento y con el reiterado mal servicio y la discriminación en los restaurantes buffet, pensé en escribir este artículo. 

Para darle sustancia al mismo nos dirigimos a las 8:00 de la noche al restaurante “Sumptuori” a ver si había una disponibilidad por alguien que no haya podido asistir. Respuesta, similares excusas a las dadas en servicio al cliente. 

Reseñas en Booking y Tripadvisor


Con un fin de semana que no había salido como lo esperado, me pongo a hacer algo que no acostumbro, leer reseñas de hoteles en Booking y Tripadvisor. 

Leyendo decenas de comentarios en esas dos grandes agencias me doy cuenta de que lo vivido por nosotros se queda corto en comparación de lo vivido por otros huéspedes, dominicanos y extranjeros, en Palladium Hotel Group en sus hoteles de Punta Cana.

Después de leer este artículo pueden hacer lo mismo y pasar por Booking y Tripadvisor y confirmar que lo dicho en estas líneas está cientos de veces comentado ahí. 

Posdata: No se confíen del todo de los comentarios positivos en esas dos plataformas. Dentro del complejo abunda un personal que anda con tabletas pidiendo a los huéspedes que dejen comentarios positivos en las mismas. 
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