Rubén Bichara, miembro del Comité Político, ex vicepresidente de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) consideró como muy difícil que la República Dominicana pueda tener un parque de energía fría en el 2027 que le permita vender electricidad a Puerto Rico vía un cable submarino como planteó el presidente Luis Abinader en Washington.
“El anuncio se puede hacer, lo que está difícil es hacerlo realidad, ahí es donde la puerca retuerce el rabo”, declaró Bichara al ser consultado al respeto por los conductores del programa El Sol de la Mañana.
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Reveló que ese proyecto no es nuevo, y la primera vez que se presentó hicieron un estudio que dio como resultado que no era posible ni conveniente tirar ese cable. “Ese nombre de Mar Caribe dice muchas cosas”, agregó en alusión a la bravura del océano, entre otras limitaciones.
Bichara, quien también dirigió las empresas distribuidoras en las gestiones del PLD, refirió que la intención de los puertorriqueños diseñadores del proyecto era instalar la planta en República Dominicana porque no estaba permitido instalar ese tipo de planta en la “Isla del encanto” por ser suelo americano, explicando que la energía que producirían sería transportada por ellos mismos hacia su país.
“Nosotros en ese momento, pedimos las especificaciones de la planta que querían instalar y le dijimos que solamente una planta con las condiciones técnicas que tenía Punta Catalina podría ser aceptable porque sobrepasaba los requisitos medioambientales que tenía el país”, expresó Bichara.
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Añadió que Punta Catalina tenía en su haber un equipo para control de calidad del aire con una efectividad de un 98% que cuesta 250 millones de dólares. “Ese estudio fue hecho por el Banco Mundial o el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), no recuerdo muy bien, y ahí quedó técnicamente descartado ese cable”.
Aclaró que de todos modos habría que ver las condiciones y el tipo de energía, pues al parecer es una idea incipiente.
Cuestionado sobre la situación actual del sector eléctrico dijo que lo primero es la falta de inversión en el mantenimiento de las redes, y el incremento de las pérdidas.
“El déficit está costando unos 2 mil millones de dólares, producto del incremento de las pérdidas y estas están montadas en más de un 40% por tanto lo que significa es que hemos retrocedido más de 20 años en el control de las pérdidas”, sostuvo.
“El anuncio se puede hacer, lo que está difícil es hacerlo realidad, ahí es donde la puerca retuerce el rabo”, declaró Bichara al ser consultado al respeto por los conductores del programa El Sol de la Mañana.
Reveló que ese proyecto no es nuevo, y la primera vez que se presentó hicieron un estudio que dio como resultado que no era posible ni conveniente tirar ese cable. “Ese nombre de Mar Caribe dice muchas cosas”, agregó en alusión a la bravura del océano, entre otras limitaciones.
Bichara, quien también dirigió las empresas distribuidoras en las gestiones del PLD, refirió que la intención de los puertorriqueños diseñadores del proyecto era instalar la planta en República Dominicana porque no estaba permitido instalar ese tipo de planta en la “Isla del encanto” por ser suelo americano, explicando que la energía que producirían sería transportada por ellos mismos hacia su país.
“Nosotros en ese momento, pedimos las especificaciones de la planta que querían instalar y le dijimos que solamente una planta con las condiciones técnicas que tenía Punta Catalina podría ser aceptable porque sobrepasaba los requisitos medioambientales que tenía el país”, expresó Bichara.
Añadió que Punta Catalina tenía en su haber un equipo para control de calidad del aire con una efectividad de un 98% que cuesta 250 millones de dólares. “Ese estudio fue hecho por el Banco Mundial o el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), no recuerdo muy bien, y ahí quedó técnicamente descartado ese cable”.
Aclaró que de todos modos habría que ver las condiciones y el tipo de energía, pues al parecer es una idea incipiente.
Cuestionado sobre la situación actual del sector eléctrico dijo que lo primero es la falta de inversión en el mantenimiento de las redes, y el incremento de las pérdidas.
“El déficit está costando unos 2 mil millones de dólares, producto del incremento de las pérdidas y estas están montadas en más de un 40% por tanto lo que significa es que hemos retrocedido más de 20 años en el control de las pérdidas”, sostuvo.