La Asociación Dominicana de Profesionales del Cine (Adocine) ha manifestado su rechazo ante las pretensiones de derogar los incentivos establecidos en la Ley 108-10, conocida como la Ley de Cine, advirtiendo que esta medida pondría en peligro a un sector en pleno crecimiento.
En un comunicado emitido por el presidente de la organización, Hans García, Adocine expresó sorpresa y descontento tras declaraciones que aseguraban que se han mantenido reuniones con todos los sectores involucrados. Según la asociación, en ningún momento se les ha convocado, a pesar de haber manifestado públicamente su disposición al diálogo y sus intentos de acercamiento formal. «No hemos recibido respuesta alguna», señalan.
Adocine advierte que la eliminación de los incentivos fiscales previstos en la Ley de Cine tendría efectos devastadores. Estos incluyen la pérdida de más de 25,000 empleos y el colapso de 375 empresas del sector. Asimismo, afectarían a los más de 1,200 estudiantes de cine que actualmente cursan estudios en diversas universidades del país, quienes verían limitada su capacidad de insertarse en una industria que apenas está despegando.
La organización destacó el crecimiento exponencial de la industria cinematográfica en la República Dominicana. Resalta el impacto directo en localidades como Santo Domingo, San Pedro de Macorís, Samaná, La Romana y el recientemente sumado Puerto Plata. Según Adocine, la ley ha permitido al país posicionarse internacionalmente como un destino fílmico competitivo, logrando reconocimiento en la escena global.
Es innegable el aporte de la industria en lo largo y ancho del territorio dominicano, con especial énfasis en localidades como Santo Domingo, San Pedro de Macorís, Samaná, La Romana y próximamente Puerto Plata.
«El cine dominicano ha comenzado a desarrollar su propia identidad y ha cosechado importantes triunfos a nivel internacional. La derogación de estos incentivos sería un golpe fatal para el crecimiento de esta industria», señaló la asociación. También alerta sobre la pérdida de competitividad frente a países como Colombia, México y Puerto Rico, los cuales seguirían atrayendo producciones internacionales que antes elegían República Dominicana.
Adocine descalificó los argumentos presentados para justificar la derogación de los incentivos. Señala que no se tomaron en cuenta los impuestos directos pagados por la industria. Tales como el ITBIS y el ISR, que ascienden a más de RD$3,000,000.00. Tampoco los ingresos generados por la llegada de producciones extranjeras, que superan los RD$14,000,000.00.
«Estos impuestos son pagados entre 8 y 10 meses antes de que el Gobierno entregue los Certificados de los Créditos Fiscales Transferibles», dice Adocine en el comunicado.
Es innegable el impacto positivo de la Ley de Cine en términos de empleo, desarrollo cultural y generación de ingresos. La industria cinematográfica no solo crea empleos directos, sino que también fomenta el turismo, atrae inversión extranjera y promueve la diversidad cultural. Negar estos logros es, en sí mismo, un menosprecio hacia los esfuerzos de cientos de profesionales que han trabajado arduamente para llevar nuestro cine al siguiente nivel.
La asociación concluyó su comunicado con un llamado al presidente Luis Abinader. Exige una reconsideración de esta medida y una mayor valoración de la industria cinematográfica como un pilar fundamental de la cultura e identidad dominicanas.
En un comunicado emitido por el presidente de la organización, Hans García, Adocine expresó sorpresa y descontento tras declaraciones que aseguraban que se han mantenido reuniones con todos los sectores involucrados. Según la asociación, en ningún momento se les ha convocado, a pesar de haber manifestado públicamente su disposición al diálogo y sus intentos de acercamiento formal. «No hemos recibido respuesta alguna», señalan.
Adocine advierte que la eliminación de los incentivos fiscales previstos en la Ley de Cine tendría efectos devastadores. Estos incluyen la pérdida de más de 25,000 empleos y el colapso de 375 empresas del sector. Asimismo, afectarían a los más de 1,200 estudiantes de cine que actualmente cursan estudios en diversas universidades del país, quienes verían limitada su capacidad de insertarse en una industria que apenas está despegando.
La organización destacó el crecimiento exponencial de la industria cinematográfica en la República Dominicana. Resalta el impacto directo en localidades como Santo Domingo, San Pedro de Macorís, Samaná, La Romana y el recientemente sumado Puerto Plata. Según Adocine, la ley ha permitido al país posicionarse internacionalmente como un destino fílmico competitivo, logrando reconocimiento en la escena global.
Es innegable el aporte de la industria en lo largo y ancho del territorio dominicano, con especial énfasis en localidades como Santo Domingo, San Pedro de Macorís, Samaná, La Romana y próximamente Puerto Plata.
«El cine dominicano ha comenzado a desarrollar su propia identidad y ha cosechado importantes triunfos a nivel internacional. La derogación de estos incentivos sería un golpe fatal para el crecimiento de esta industria», señaló la asociación. También alerta sobre la pérdida de competitividad frente a países como Colombia, México y Puerto Rico, los cuales seguirían atrayendo producciones internacionales que antes elegían República Dominicana.
Adocine descalifica argumentos para derogación de incentivos Ley de Cine
Adocine descalificó los argumentos presentados para justificar la derogación de los incentivos. Señala que no se tomaron en cuenta los impuestos directos pagados por la industria. Tales como el ITBIS y el ISR, que ascienden a más de RD$3,000,000.00. Tampoco los ingresos generados por la llegada de producciones extranjeras, que superan los RD$14,000,000.00.
«Estos impuestos son pagados entre 8 y 10 meses antes de que el Gobierno entregue los Certificados de los Créditos Fiscales Transferibles», dice Adocine en el comunicado.
Es innegable el impacto positivo de la Ley de Cine en términos de empleo, desarrollo cultural y generación de ingresos. La industria cinematográfica no solo crea empleos directos, sino que también fomenta el turismo, atrae inversión extranjera y promueve la diversidad cultural. Negar estos logros es, en sí mismo, un menosprecio hacia los esfuerzos de cientos de profesionales que han trabajado arduamente para llevar nuestro cine al siguiente nivel.
La asociación concluyó su comunicado con un llamado al presidente Luis Abinader. Exige una reconsideración de esta medida y una mayor valoración de la industria cinematográfica como un pilar fundamental de la cultura e identidad dominicanas.