Rodríguez también mencionó los apagones que afectan a Cuba
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, declaró este miércoles que el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por EE.UU. a su país "constituye un crimen de genocidio" y representa "una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos" del pueblo cubano."Nadie puede dudar de la capacidad que tiene hoy los EE.UU. para golpear con fuerza demoledora la economía de cualquier nación. En el caso de Cuba, lleva 64 años haciéndolo", dijo el canciller, durante su intervención en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, donde se debate, una vez más, el impacto del bloqueo estadounidense contra la isla.
El funcionario afirmó que EE.UU. es plenamente consciente de que está violando la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional "con esta agresión despiadada", y que también sabe que "contraviene las normas internacionales de comercio".
Apagones en Cuba
Rodríguez también mencionó los apagones que afectan a Cuba, afirmando que son una consecuencia directa de las políticas estadounidenses contra la isla."Del viernes 18 al miércoles 23 de octubre, las familias cubanas estuvieron privadas, salvo pocas horas, de electricidad, con la ansiedad de que los alimentos se echarían a perder y no sería factible o muy costosos reponerlos (…) Los hospitales funcionaron en condiciones de emergencia y las escuelas y universidades suspendieron sus clases (…) La economía se detuvo", comentó el canciller, que señaló que a eso se le sumó el paso del huracán Óscar por la isla.
"Las fotos de satélite mostraron al país apagado y además sometido a fuertes lluvias y viento", agregó.
El canciller explicó que la causa primeria del sistema eléctrico nacional fue la carencia de combustible, que afectó la generación y provocó inestabilidad asociada al estado precario de las plantas. "Ambas consecuencias directas de las medidas extremas de guerra económica aplicadas por el Gobierno estadounidense desde 2019″, específicamente diseñadas para impedir los suministros de combustibles.
"Se sabe que el Gobierno de los EE.UU. ha aplicado una política de máxima presión, violatoria del derecho internacional, dirigida a privar a Cuba de los suministros de combustibles de terceros países", enfatizó.