El presidente Abinader no ha tomado acción en ese sentido
Los recientes señalamientos y críticas hacia Bartolomé Pujals, director de la Oficina Gubernamental de Tecnologías de la Información y Comunicación (OGTIC), han generado un impacto negativo en la imagen del presidente Luis Abinader.Sectores de la sociedad, grupos políticos, periodistas y comunicadores han solicitado la destitución de Pujals, quien ha sido objeto de ataques debido a supuestos escándalos dentro de la institución.
La OGTIC, que desempeña un papel clave en la modernización y digitalización del gobierno, se ha visto envuelta en controversias que ponen en entredicho su gestión. Estos escándalos han suscitado un debate sobre la transparencia y la responsabilidad en el manejo de recursos públicos, lo cual ha afectado la percepción del gobierno ante la ciudadanía.
A pesar de las crecientes demandas para destituir a Pujals, el presidente Abinader no ha tomado acción en ese sentido. Esta postura ha generado reacciones adversas en distintos sectores, que ven en la permanencia de Pujals una falta de atención a las preocupaciones populares sobre la integridad en la administración pública.
La falta de respuesta ha empezado a afectar la popularidad del presidente Abinader, cuya gestión siempre se ha querido vender con un enfoque en la lucha contra la corrupción y la transparencia.